jueves, 19 de julio de 2012

LOS RENGLONES DE LA MEMORIA 2ª PARTE



Cuando murió la abuela, Elena sintió que una parte de ella también lo hacía. La salita, en la que pasaba muchas tardes en su compañía, se había quedado triste y sola, y habían dejado de oirse las viejas historias y los sabios consejos.
Ya nadie impregnaría la casa de olor a café negro recién hecho, ni pondría la televisión para oir las previsiones del tiempo, ni tampoco se oiría el suave cric-cric de las agujas al tejer. La casa se había quedado vacía y muda. Elena se acercó al viejo mueble de madera lleno de recuerdos. Abrió el primer cajón y encontró un montón de objetos que la abuela usaba a diario: el costurero de mimbre, los ovillos de lana, su reloj de pulsera, una cajita con una medalla de la Virgen que le regaló el abuelo, y en un rinconcito, debajo de unos periódicos y calendarios atrasados, un cuaderno de cartón muy desgastado.Elena lo cogió intrigada,olía a viejo y el papel estaba amarillento. Con mucho cuidado lo abrió, se sentó en el sillón donde la abuela acostumbraba  ver la telenovela y empezó a leer.

1 DE JUNIO
Ayer fue el último día que fuí a la escuela. He aprendido a leer, escribir y hacer cuentas hasta de multiplicar. A la maestra le hubiera gustado que siguiera, pero mi padre me ha sacado porque hay otras cosas que hacer, aunque me ha prometido que si tengo mucho interés en aprender, puedo ir por la noche a casa del carpintero, que aunque no es maestro, está muy bien preparado y tiene cierto saber de letras y números.
¡Echaré de menos a las muchachas! Bien que siento dejar mi banco vacío y no ver los mapas y carteles, no cantar las lecciones en corro, ni rezar las horas todas juntas!
En mi casa somos cinco hermanos. Francisco es el mayor que tiene trece años y después voy yo con diez. Mi padre trabaja en el campo y como eso no alcanza para todos, mi madre le ayuda y también se va a trabajar a las casas, a guisar, a planchar y a las matanzas. Por eso yo me tengo que quedar al cuidado de mis hermanos pequeños, los que todavía no van a la escuela. Mi abuela vive dos puertas más abajo y me echará una mano cuando tenga que subir el agua en los cántaros o cargar la leña.



2 DE JUNIO
Mi pueblo es pequeño, está cerca de un río y tiene una iglesia muy antigua en la misma plaza. También hay un local muy grande. Arriba tiene el Ayuntamiento y abajo la escuela de los muchachos. La de las muchachas, a donde yo iba, está en la calle que baja hasta las huertas.
En mi pueblo hay niños de todas las edades. De la que yo tengo habrá siete u ocho. Mi padre dice que no está mal para un sitio tan pequeño y que es bueno que haya mucha gente joven porque es el futuro.
Mi mejor amiga se llama Mercedes. Tiene dos años más que yo y dejó de ir a la escuela cuando su madre se quedó inválida de las piernas. Como era la mayor se tuvo que quedar en casa y su padre la enseñó todo.Lo que más lata le da son las dos gemelas pequeñas. Se pasa el día detrás de ellas, que son más malas que un dolor. Ni siquiera por las noches dejan descansar a la pobre Mercedes y se las tiene que poner una en cada pie para dormirlas. Algunas veces voy a llamarla por si jugamos, y ella nunca puede, solo tiene tiempo para atender a su madre, hacer la casa, la comida y coger a las gemelas de la mano y enseñarlas a andar...




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DÍA DEL DOCENTE

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