miércoles, 26 de diciembre de 2012

RECUPERAR LA MIRADA DE UN NIÑO EN NAVIDAD


Ya pasó la Nochebuena y también la Navidad, un tiempo que muchos viven con ilusión y otros con la nostalgia y añoranza de los que ya no lo pueden celebrar.Cuando nos hacemos mayores y crecemos en años y kilos se va perdiendo la magia, miramos las cosas desde otras perspectiva diferente, y lo que antes nos hacía ilusión ahora nos deja indiferentes, ganamos en sabiduría, eso sí, pero perdemos la capacidad de mirar con los ojos de un niño. Tal vez si la recuperamos, consigamos cambiar muchas cosas, y entre ellas la de vivir la Navidad con verdadera ilusión.
Siempre se ha dicho que estas fiestas son para los niños...¡Pues hagámonos niños! ¿qué problema hay? Vivamos el momento como lo hacen ellos,tomando conciencia de todas las cosas buenas que hay a nuestro alrededor, disfrutemos paseando por las calles llenas de luz y colorido, cantando villancicos, envolviendo nuestros pequeños regalos, que lleven dentro nuestra magia y no la de los centros comerciales,pongamos un zapatito en el balcón el día de Reyes Magos... negémonos a hacer lo que no queremos aprendiendo a decir "no" sin sentirnos culpables, sin obedecer al chantaje emocional de los demás, seamos generosos...Todavía hay tiempo de recuperar nuestra mirada infantil, recojamos las canicas perdidas una a una y...¡CELEBREMOS QUE ESTAMOS VIVOS!

Os dejo como regalo esta ilustración de arriba para que empecéis a volar y este pequeño cuentecito que escribí hace mucho tiempo, basado en un hecho real.

LA NOCHE DE REYES
Doña Josefina miraba la calle por el balconcito de su casa. Había oscurecido y hacía frío. No se veían estrellas, el cielo estaba cubierto de nubes. Toda la gente del pueblo de había retirado a sus casa, y todos los niños dormían ya en sus camitas. Era la noche de la ilusión. La noche en que los Reyes Magos hacían posible que muchos sueños se hicieran realidad.
Doña Josefina hacía años que siempre pedía lo mismo. Desde que era una jovencita recién casada había deseado tener un bebé. Un bebé, tierno y blandito para acunarle y quererle mucho. pero el tiempo pasaba y pasaba y el hijo tan esperado no llegaba nunca, y las canas empezaban ya a surcar los cabellos de doña Josefina.
Pero aquella noche, a través del cristal de la ventana recordó otro cinco de enero. Cuando solo tenía cinco años y los Reyes le trajeron aquella muñequita de cartón pintado que tanto le gustaba. Recordó la impaciencia que sentía porque llegara el momento. Estaba convencida de que vería su sueño hecho realidad.
¿Podría ocurrir lo mismo una segunda vez?
¡Todavía no era demasiado tarde!
Doña Josefina cogió un papel en blanco y comenzó: "Queridos Reyes Magos..." Después puso la carta en el balcón y se acostó.
A penas habían asomado las primeras luces del alba cuando despertó nerviosa. Fue corriendo al balcón y su corazón estalló de alegría.
¡Allí estaba su regalo! El más bonito que nunca tendría en su vida. En una cestita de mimbre, envuelto en una mantita, estaba su bebé. Una niña diminuta que le sonreía. La cogió con cuidado y se la mostró a su marido diciendo:
" Los Reyes Magos no han querido que nos hagamos viejos, solos".
A partir de entonces parecía que a doña Josefina le hubieran quitado años de encima. Su casa se volvió alegre y bulliciosa. Y todo porque a su lado estaba aquella niña, pequeña y nerviosa, a la que llamaron Andrea.


DÍA DEL DOCENTE

Celebramos el Día Mundial del Docente en  EL BAÚL DE RITA . Pásate a verlo.