En estos meses de verano, cuando la actividad laboral se paraliza, y todos tenemos prisa por salir de viaje y desconectar de la rutina y las preocupaciones de todo el año, oigo una noticia en la radio que me llena de tristeza: " El abandono de perros en el periodo estival se multiplica y se agrava aún más por la crisis. Las perreras se colapsan y los humanos olvidamos a nuestra mascota, que probablemente morirá en la carretera, sola y desamparada. Esa misma mascota que nos dió todo su cariño y que no hubiera dudado en dar la vida por nosostros llegado el momento".
¡Es escalofriante!
La decisión de tener una mascota es algo muy serio, y no se puede dejar abandonada a su suerte cuando molesta a nuestros planes. Al llevarla a casa ya hemos adquirido unas obligaciones que no podemos eludir.Un animal no es un objeto que tiramos cuando ya no sirve o nos produce molestias. Los animales tienen sus sentimientos ( quizás sean muy primarios), pero los tienen, sufren y se alegran igual que nosotros. Cuando lo adquirimos no solo debemos ver lo bonito que es y lo que les va a gustar a los niños, también hay que mirar los inconvenientes ( el coste económico, los cuidados,los viajes, las vacaciones...). Si no hay posibilidad de dejarla con un familiar o algún amigo, hay residencias en las que estarán bien atendidos, o en último caso, la podemos llevar con nosotros. En España hay 3.500 hoteles que permiten la entrada a mascotas, y si nos vamos a los campings la cifra sube hasta el millar.
Yo tengo una perrita que se incorporó a la familia hace ocho años. Desde entonces nunca me he separado de ella. Me acompaña en todos mis desplazamientos. Ella está encantada y yo también.
Pero... ¿Y en la escuela...?¿Podríamos hacer algo al respecto?
La infancia es el mejor momento para aprender a amar y respetar la Naturaleza y todo lo que hay en ella. A los niños les suelen gustar los animales y si de pequeños les enseñamos a cuidarlos y respetarlos, el día de mañana serán adultos comprometidos.
Para empezar, una buena idea sería la de tener una mascota en clase. Algún animalito que fuera pequeño y manejable ( una tortuga, un pajarito, un hamster...)aprenderían a quererlo y responsabilizarse de sus cuidados.
¡Y no solo eso! Los beneficios educativos irían mucho más lejos y lo utilizaríamos como lanzadera a otros conocimientos. Por ejemplo, haciendo un trabajo de investigación sobre su forma de vida, sus costumbres, su reproducción...y de ahí enlazar con otros temas de Conocimiento del Medio, como el estudio del hábitat,los ecosistemas; en la clase de lengua, crear un cuento introduciendo algún contenido de los que estemos trabajando; en música, componer una canción;en educación física, un juego, una dramatización...¡en fin! las posibilidades son ilimitadas y el resultado final, creo que muy interesante.
Personalmente nunca he tenido esta experiencia. Sé de otras compañeras, sobre todo de niveles bajos, que si lo han hecho. A mí me gustaría ponerlo en práctica para el próximo curso y sacar a esta iniciativa el mayor partido posible.Todavía tengo que ver la forma de organizarlo y la clase de animalito que tendremos, pero estoy segura que cuando se lo cuente a mis niños van a estar todos encantados. Ellos viven en una zona residencial, en casas unifamilires y la gran mayoría, tienen perros y otros animales. Están muy concienciados y son sensibles al tema. Ya os contaré.
De momento voy a dejar la carta que escribiría un perro a su propietario si tuviera la facultad de hablar, aunque muchas veces una simple mirada vale más que mil palabras.
"Soy tu amigo el perro, el que siempre está contigo y nunca te abandona. He renunciado a mi capacidad de subsistir por mis propios medios para hacerte compañía. No me abandones, sabes que no puedo sobrevivir sin tu ayuda, y sería una acción muy cruel.
Esfuérzate en conocerme. Soy diferente a tí porque no soy humano. Tengo el temperamento y los instintos propios de mi raza, pero podemos vivir en armonía.
Necesito moverme con libertad, no me tengas atado o encerrado muchas horas. Proporcióname un alimento adecuado,aséame y llévame al veterinario de vez en cuando, así mantendré mi salud, viviré más y podremos ser amigos más tiempo.
Edúcame con paciencia para que pueda integrarme con los tuyos, y sepa lo que debo hacer en cada momento sin molestar a nadie. Cuando me reprendas, se firme, pero no me maltrates ni me pegues, me asusto mucho si lo haces y podría herirte sin querer.
Juega a menudo conmigo y llévame de paseo. Me gusta mucho salir por el campo y las ciudades ¡Están llenas de sensaciones y olores!
Ayúdame a aprender lo que está dentro de mis capacidades, pero no me exijas lo que no puedo hacer.
Haz de mí un buen animal y a cambio tendrás el más fiel de los amigos
Firmado,
tu perro