domingo, 4 de noviembre de 2012

DON PAYASO ( cuento para quien quiera leer)

Ahora si que podemos decir, al fin ,que llegó el otoño. El día gris y lluvioso que ha amanecido invita a buscar el calorcito y leer o inventar historias. Por eso hoy, sentada frente al ordenador lo que más me apetece es eso, contar un cuento. Y rescatando los que tengo escritos de hace tiempo, limpiándoles el polvo ...he encontrado éste que veréis a continuación. Es un cuento de circo, con historias de circo, un cuento sin edad ( como dice mi buena amiga Ana Gracia), un cuento para quien lo quiera leer.

DON PAYASO

el circo El Circo


El circo rueda y rueda sin parar. Hoy aquí, mañana allá y muy poquito tiempo para descansar. A don Payaso eso le encanta. Conocer gente nueva y lugares nuevos todos los días es una de las cosas que más le gustan. La otra es hacer reír a la gente, por eso es payaso y no oficinista. La gente se lo pasa bomba con él y él con la gente. Nunca está solo, ni tiene tiempo de pensar en otra cosa que no sea la diversión.

A su lado, muy cerca de él, está siempre doña Bailarina. Silenciosa, callada y andando siempre de puntillas para no dejarse notar. Tiene un serio problema: “ Se ha enamorado de don Payaso como quien no quiere la cosa”, por eso se pone colorada cuando él la mira y tartamudea cuando le habla.

          Sin embargo, él no se da cuenta de eso, ni tampoco de lo dulce y cariñosa que puede llegar a ser doña Bailarina. Ni tan siquiera le presta atención cuando le ayuda a empolvarse la nariz y colocarse sus pelucas antes de la función
Doña Bailarina pasa las tardes llorando amargamente frente a los espejos del salón de baile.
          -¡No me quiere!- piensa- No tengo gracia para los chistes
          Está tan triste y afligida que no le apetece ni bailar y se va a espiar a don Payaso para ver cómo ensaya su siguiente actuación.
          Mientras le mira se acerca a ella doña Trapecista que, como siempre, está pendiente de las necesidades de los demás y se ha dado cuenta del problema de doña Bailarina.
          -¡Tienes que decírselo!- le dice muy calladito al oido.
          - ¿Pero cómo se va a fijar en alguien tan insignificante como yo? No se hacer reír, ni rodearme de gente- se lamenta doña Bailarina.
          -Pero colmas a los demás de atenciones y bailas tan bien que pareces una grácil mariposa.
          Y aquellas palabras hacen pensar a doña Bailarina.
Un día que don Payaso había quedado con doña Golosa para comerse unos pastelitos en su casa, tuvo tan mala suerte que se resbaló con una cáscara de plátano que había en el suelo y se hizo mucho, mucho mucho, mucho daño. Tan seria fue la cosa, que don Médico le mandó al hospital por una buena temporada.
          A don Payaso eso no le hizo ninguna gracia . Ya no tenía tantas ganas de reír ni de contar chistes.
          Sus amigos al principio fueron todos a visitarle, pero como la estancia en el hospital fue larga y penosa, al final se cansaron y dejaron de ir.
         ¿Y sabéis quién fue la única que le siguió haciendo compañía?
      Si,si. La que estáis pensando
               ¡Doña Bailarina!
Ella fue la única que continuó yendo al hospital. Todos los días a llevarle regalos y sorpresas, y a cuidarle con sus manos amorosas.
          Cuando don Payaso empezó a dar sus primeros pasos por la habitación, allí estaba doña Bailarina para ayudarle.
          Cuando don Payaso tuvo ganas de contar su primer chiste también estaba allí doña Bailarina para escucharle.
          Y también estaba allí cuando don Payaso se puso su peluca y se empolvó la nariz para rodearse de gente.
Ahora don Payaso ya se ha puesto bueno y ha vuelto a su trabajo en el circo, sigue tan gracioso como siempre y con una nube de admiradores alrededor.
          Pero hoy ha aprovechado el momento de la siesta, cuando todos estaban durmiendo para ir a la Casa Florida. Ha comprado un gran ramo de flores. El más bonito que había y se ha dirigido a ver a doña Bailarina. Cuando ésta ha abierto la puerta de su casa no podía creer lo que veía.
          Don Payaso le ha entregado el ramo de flores y una notita que decía. "¡ AHORAPOR FIN TE VEO!"
          Doña Bailarina se puso roja como un tomate. No supo qué decir y su corazón saltó de alegría






DÍA DEL DOCENTE

Celebramos el Día Mundial del Docente en  EL BAÚL DE RITA . Pásate a verlo.